SALMO 16

Las cosas en las que uno se deleita son un buen indicativo de lo que hay en el corazón de uno. ¿En qué está su máximo deleite?

Veamos en qué estaba el deleite de un hombre que había llegado a lo más alto en todo sentido. Me refiero a David. Como rey de Israel, David había llegado al pináculo de la fama, del poder, de la riqueza, de la sabiduría, del placer, etc. Estando en estas condiciones veamos en qué se deleitaba realmente. Para ello, abramos nuestra Biblia en el salmo 16.

Lo que aparece en primer término es una sobre escritura en la cual leemos:

Mictam de David.

La palabra mictam no tiene un significado claro. Parece que esta palabra está relacionada con un verbo que significa cubrir y daría la impresión que el mictam era un cántico que tenía como tema el cubrimiento que podemos tener en Dios los que en Él confiamos. Podemos también saber que David es el autor del salmo. Este es uno de los salmos en los cuales casi encontramos exclusivamente frases de exaltación a Dios. A decir verdad, solamente el primer versículo contiene un pedido a Dios. En el resto del salmo, David deja salir de su corazón pensamientos hermosos sobre las cosas en las que él se deleitaba. Dicho esto, vayamos a un breve análisis del contenido de este precioso salmo.

¿En qué se deleitaba David?

Salmo 16: 1-2 dice: "Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado. Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; no hay para mí bien fuera de ti".

David levanta su mirada a Dios, y de su corazón brota un pedido: Guárdame, oh Dios. David tenía a su disposición muchas cosas materiales para sentirse seguro, pero él sabía que en las cosas materiales no hay seguridad total. Por eso pide a Dios, porque en Dios existe seguridad total. La razón para el pedido es muy simple. David había confiado en Dios y sabía que Dios no podía defraudarle. Igual es con usted. A lo mejor Ud. ha tratado de encontrar seguridad en muchas cosas de este mundo, como la fama, el poder, la riqueza, la sabiduría, el placer, etc. Pero lo único que ha encontrado es que estas cosas no proveen total seguridad. Ante esto es necesario que Ud. se refugie lo antes posible en Dios, porque Él es el único refugio seguro.

Acto seguido, David echa un vistazo en su interior, hacia su corazón. Allí encuentra su alma hablando con Jehová y diciéndole: Tú eres mi Señor. David era el hombre más poderoso de su época. Pero lejos de jactarse de ello, nos muestra que sobre él estaba la soberana persona de Dios. Por eso es que dice a Jehová: Tú eres mi Señor. La palabra Señor denota el concepto de Amo, Dueño y Soberano. David se inclinaba con gusto ante el Señor. Una vez dicho esto, David nos muestra que su deleite está en la persona de Dios. Dice así: No hay para mí bien fuera de ti. David tenía toda la fama que Ud. pueda imaginar, tenía todo el poder que Ud. pueda imaginar. Tenía toda la riqueza que Ud. pueda imaginar. Tenía todo el placer que Ud. pueda imaginar. Sin embargo, nada de esto era lo que traía el mayor deleite a su vida. Lo que verdaderamente le deleitaba era saber que tenía a Dios en su vida. No hay para mí bien fuera de ti, decía a Jehová. Y para usted ¿ cuál es el mayor deleite de su vida? Quiera Dios que su deleite esté en la persona de Dios.

Note lo que dice salmo 16:3-4 "Para los santos que están en la tierra, y para los íntegros, es toda mi complacencia. Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven diligentes a otro dios. No ofreceré yo sus libaciones de sangre, ni en mis labios tomaré sus nombres".

Esto es muy interesante en David. Después de deleitarse en la persona de Dios pasa a deleitarse en el pueblo de Dios. Los santos y los íntegros son los que traían complacencia a su alma. En cambio los idólatras van a ser traspasados por el dolor. David no quería participar en nada que ellos hacían y ni siquiera estaba dispuesto a nombrarlos con su boca. Tal era el celo de David. ¿Se deleita Ud. en la compañía de otros creyentes? ¿O tiene relaciones tirantes con ellos? Recuerde que Ud. va a estar en compañía de esos creyentes por la eternidad en el cielo. Mas vale entonces que desde ahora comience a tener buenas relaciones con ellos. Yo sé que no es fácil tener buenas relaciones con todos los creyentes, pero eso no significa que sea imposible. Para tener buenas relaciones con otros creyentes es imperativo tener primeramente una buena relación con Dios. Todo conflicto con otros creyentes parte de una mala relación con Dios. David se deleitó en la persona de Dios y se deleitó en el pueblo de Dios.

Salmo 16: 5-10 dice: "Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa; tú sustentas mi suerte. Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, y es hermosa la heredad que me ha tocado. Bendeciré a Jehová que me aconseja; aun en las noches me enseña mi conciencia. A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra; no seré conmovido. Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; Mi carne también reposará confiadamente; porque no dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción".

Ahora encontramos a David deleitándose en la provisión de Dios. Es Dios quien se manifiesta como el gran proveedor de David. David describe la belleza de su herencia espiritual de manera similar a la distribución divina de la tierra de Israel. Cuando dice que las cuerdas le cayeron en lugares deleitosos se está refiriendo al hecho que le tocó la mejor parte de lo que Dios puede dar. Por eso, concluye diciendo que es hermosa la heredad que le ha tocado. Pero Jehová no se limitó solo a esto, sino que también era su permanente consejero. Aun cuando David estaba sobre su lecho, podía experimentar el consejo de Dios. Jehová era el que iba delante de David en todo momento. De esa manera el camino estaba seguro. Jehová se había colocado a la diestra de David y eso significaba que David no iba a ser conmovido jamás. Todo esto traía un gozo indescriptible sobre David lo cual resultó en un descanso para su cuerpo. Es en estas circunstancias que David pronuncia palabras que fueron una profecía sobre Jesucristo. David estaba seguro que el sepulcro, o el Seol, no es el fin para su cuerpo, sino que algún día su cuerpo se va a levantar del sepulcro. Esta profecía se cumplió cuando Jesús resucitó de los muertos y está por cumplirse cuando David también resucite de entre los muertos. Así que, David se deleitó en la persona de Dios, en el pueblo de Dios y en la provisión de Dios.

Salmo 16:11 dice: "Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre".

David se deleita en lo que espera a todo creyente después de la muerte. Dios le mostrará el camino para que pase por el valle de sombra de muerte y pase a la vida eterna en el cielo junto a Dios en donde hay plenitud de gozo. Entonces David habrá encontrado las delicias al alcance de su mano para siempre.

Puede ser que Ud. esté pasando por momentos difíciles en este instante, pero Ud. debe saber que no siempre será así porque algún día Ud. también tendrá las delicias a su diestra para siempre. Así que, no se desanime. Confíe en Dios. Deje que Él le guarde como a David y deléitese en la persona de Dios, en el pueblo de Dios, en la provisión de Dios y en la promesa de Dios.